viernes, 9 de noviembre de 2012

CUADRO COMPARATIVO:

QUE PIENSAN DEL HOMBRE?
  •  ARISTOTELES:   ...........  El hombre para Aristóteles es un animal social., constituido por cuerpo y alma pero, no separadas, o sea están unidas .


  • PLATÓN:    .................. Según Platón el hombre es un ciudadano de dos mundos: ciudadano del mundo sensible y ciudadano del mundo inteligible.


  • SOCRATES: ..........        Que todo hombre tiene dentro de si el saber sobre la verdad y el bien y que sòlo es necesario ejercitarse en el arte de buscar y hacer surgir ese conocimiento.
QÙE ES EL HOMBRE PARA ARISTOTELES
El hombre para Aristóteles es un animal social., constituido por cuerpo y alma pero, no separadas, o sea están unidas . el cuerpo necesita del alma ,al igual que la vista necesita el órgano ojo para ver., de tal forma que cuando muere el cuerpo muere el alma.(teoría hileformista) por otro lado el da un fin al ser humano, que es la felicidad, por eso su ética es eudaimonista(de la felicidad) y la única forma que puede encontrar la felicidad es siendo virtuoso.
IMAGEN
QÙE PIENSA PLATON DEL HOMBRE
Platón define al hombre así: "Animal sin alas, con dos pies, con las uñas planas; el único entre los seres que es capaz de adquirir una ciencia fundada en razonamientos".

Según Platón el hombre es un ciudadano de dos mundos: ciudadano del mundo sensible y ciudadano del mundo inteligible, aunque por ser un ser racional está llamado a serlo del mundo inteligible.

Para Aristóteles, el hombre es un animal político por naturaleza (zoón politicón) es decir, para él, lo verdaderamente importante es que el hombre viva en sociedad con otros humanos, en la polis, sino el hombre, no se formará debidamente. Esta sociedad debe de cumplir una máxima de bienestar para los seres que lo habitan. Sin embargo, Aristóteles no considera a todos los humanos tales como personas, sino que la escalona, diferenciando entre seres humanos, esclavos y también mujeres. Para él, los esclavos son animales, pues están únicamente para trabajar y no son ciudadanos libres. A las mujeres las acepta, pero en ellas valora el silencio y el sometimiento de ella a los hombres.


Para Sócrates el hombre es un ser esencialmente moral y que, por lo tanto debe ser respetuoso de las leyes. Su método, la mayéutica a través del cual Sócrates indaga al interlocutor , tratando temas como el bien, la valentía, la justicia, la piedad, va interrogando a sus discípulos tratando como tema aquello en que cada uno cree que consiste su esencia. Por ejemplo, Laques consideraba a si mismo un valiente. Sócrates le hacia preguntas, indagaba. A cada respuesta de su interlocutor Sócrates la refutaba con argumentaciones pertinentes hasta que la persona, en este caso Laques, quedaba sin poder decir palabra, pasmada. Era el momento preciso para que se produjera lo que Sócrates denominaba CATARSIS: la liberación de los prejuicios que preparaba a cada ser humano en el camino interior para hallarse a sí mismo.

En conclusión el hombre para Sócrates es un ser moral, reflexivo, racional, que debe trazar un camino personal e interior para la búsqueda de la verdad.
EN QÙE CONSISTE LA MAYEUTICA
La mayéutica (del griego μαιευτικη, por analogía a Maya, una de las pléyades de la mitología griega) es una técnica que consiste en interrogar a una persona para hacer que llegue al conocimiento a través de sus propias conclusiones y no a través de un mero conocimiento aprendido y preconceptualizado. La mayéutica se basa en la capacidad intrínseca de cada individuo, la cual supone la idea de que la verdad está oculta en el interior de uno mismo.
La técnica consiste en preguntar al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo) y luego se procede a debatir la respuesta dada por medio del establecimiento de conceptos generales. El debate lleva al interlocutor a un concepto nuevo desarrollado a partir del anterior. Por lo general la mayéutica suele confundirse con la ironía o método socrático y se atribuye a Sócrates.[1]
La invención de este método del conocimiento se remonta al siglo IV a.C. y se atribuye por lo general a Sócrates histórico en referencia a la obra Teeteto de Platón. Pero el Sócrates histórico empleó la llamada ironía socrática para hacer comprender al interlocutor que lo que se cree saber no está en lo que se pensaba como creencia y que su conocimiento estaba basado en prejuicios. La mayéutica, contrariamente a la ironía, se apoya sobre una teoría de la reminiscencia. Es decir, si la ironía parte de la idea que el conocimiento del interlocutor se basa en prejuicios, la mayéutica cree que el conocimiento se encuentra latente de manera natural en el alma y que es necesario descubrirlo. Este proceso de descubrimiento del propio conocimiento se conoce como dialéctica y es de carácter inductivo.
IMAGEN DE LA MAYEUTICA

QUE PENSABA SOPCRATES DEL HOMBRE
Que todo hombre tiene dentro de si el saber sobre la verdad y el bien y que sòlo es necesario ejercitarse en el arte de buscar y hacer surgir ese conocimiento, porque una vez que el hombre conoce el bien no podrà nunca màs hacer el mal. Observa que identifica el bien con el conocimiento y por tanto tambièn la virtud con èste.
IMAGEN DEL HOMBRE
QUIENES SON LOS SOCRATICOS
Se conoce con este nombre a los discípulos de Sócrates (v.). El término s. puede tomarse en sentido lato o estricto. En el primero, comprende a todos los que pertenecieron al círculo socrático, abstracción hecha de su mayor o menor contacto con el maestro, de su mayor o menor fidelidad a su doctrina y de su mayor o menor trascendencia histórica. En este sentido, y de acuerdo con la lista establecida por H. Maier (Sokrates, Sein Werk und seine geschichtliche Stellung, Tubinga 1913, 499) se consideran s. a Platón, Antístenes, Esquines, Aristipo, Euclides, Jenofonte, Critóbulo, Fedón, Critón, Simmias, Querefonte, Carmides, Eutidemo, Menexeno, Teeteto, Apolodoro, Querécrates, Glaucón, Aristodemo, Hermógenes, Teages, Ctesipo, Diodoro, Epigeno, Teodoto, Critias, Sócrates el Joven, Alcibiades e Isócrates. En un sentido estricto, se consideran s. a aquellos de sus discípulos que fundaron una escuela de filosofía, las que han sido llamadas escuelas socráticas. Dentro de los s., en esta acepción, habría que distinguir, por una parte, Platón (v.), al que se podría denominar el socrático mayor; y, por otra, los restantes discípulos de Sócrates fundadores de escuela, a los que se llama socráticos menores. Así, pues, estudiándose Platón aparte, en su artículo propio en esta Enciclopedia, vamos a considerar el término s. como equivalente a escuelas socráticas menores; en ellas se comprenden las escuelas de Megara, de Elis, cínica y cirenaica. 1. Escuela de Megara. Se desenvolvió a lo largo del s. IV a. C. Fundada por Euclides de Megara, tuvo como principales representantes a Estilpón de Megara, Diodoro de laso (llamado Diodoro Cronos) y Eubúlides de Mileto. Características de los megáricos son: 1) La influencia eleata en su ontología y epistemología. El ser es uno, eterno, inmutable e indivisble; el movimiento es ininteligible, dada la plena actualidad del ser; al conocimiento del ser llegamos por la razón exclusivamente, ya que los sentidos son mendaces (v. ELEA, ESCUELA DE). 2) El influjo socrático en ética. La preocupación moral de los megáricos se deriva de su contacto con Sócrates. Identificaron el bien socrático con el ser parmenideo (v. PARMÉNIDES). Exageraron el sentido ascético de la ética socrática, desarrollando una moral próxima a la de los cínicos. La felicidad se alcanza mediante la supresión de las necesidades y la consecuente indiferencia hacia los bienes externos. Es la sabiduría, fundamentada en la virtud, donde podemos hallar la felicidad. 3) La inclinación a la erística. Las preocupaciones lógicas de los megáricos les llevaron al planteamiento de una serie de problemas formulados en forma de sofismas (el del mentiroso, el del calvo, el de Electra, el del Montón de trigo, etc.) en los que, en un primer momento, únicamente se quiso ver una especie de logomaquia, pero a los que actualmente (Bochenski) se les ha valorado positivamente, viendo en ellos el planteamiento de paradojas semánticas de gran interés para la Lógica. 2. Escuela de Elis. Es la menos importante de las escuelas socráticas. Fundada por Fedón (que dio nombre a un diálogo platónico), abarcó el s. IV y parte del III a. C. Siendo escolarca Menedemo de Eretria, trasladó éste la sede de la escuela a su ciudad natal, hacia finales del s. IV a. C. Bajo Fedón tuvo un carácter eminentemente ético, exaltando el valor de la virtud. Con Menedemo (n. ca. 339, m. ca. 265) se introduce en la escuela la influencia de los megáricos; defiende la identificación entre el bien socrático y el ser parmenideo, por lo que sostiene que la virtud es una, la sabiduría; mantiene el intelectualismo socrático, según el cual la virtud se identifica con la ciencia, con el saber (Diógenes Laercio, 11,125). 3. Escuela cínica. Es la escuela socrática que más influyó en el pensamiento antiguo. Desde su fundación en el s. IV a. C. se extendió, con diversos altibajos, hasta el s. V d. C. Se distinguen cuatro periodos en la historia de la escuela cínica: 1) Cinismo antiguo, en el s. IV a. C., con Antístenes, Diógenes y Crates. 2) Segundo cinismo, en el que se introduce una clara influencia hedonística, que nace en el s. III a. C. con Bión de Borístenes, Menipo de Gadara, Cercido de Megalópolis, y se continúa en el s. I a. C. con Meleagro de Gadara. 3) Tercer cinismo, que renueva el ascetismo del cinismo antiguo, enfrentándose con el hedonismo (v.) del segundo periodo. Surge en el s. I d. C. con Demetrio el Cínico (amigo de Séneca) y Dión Crisóstomo, continuándose en el s. II con Demónax de Chipre, Enomao de Gadara y Máximo de Éfeso. 4) Cuarto cinismo, con influencias neoplatónicas y cristianas, que aparece en el s. IV d. C. con Máximo de Alejandría y perdura en el s. V con Salustio el Cínico. Dentro de la escuela cínica los representantes de más interés son los del primer periodo. Y en él es cuestión debatida cuál sea el valor que hay que asignar a sus representantes. La tesis tradicional (Dümmler, loél) sostiene que Antístenes fue el creador y el principal filósofo de la escuela. Pero con Wilamowitz-Moellendorff y Schwartz nace la tesis de que hay que, reconociendo a Antístenes el papel de fundador, atribuir el auge y sistematización del cinismo a Diógenes; tesis que, acentuada por Dudley Donald, llegó a afirmar que Diógenes habría sido el fundador de la escuela y que sólo posteriormente se atribuyó la paternidad del cinismo a Antístenes, para darle el prestigio de ser una escuela de descendencia socrática. Parece la más segura la tesis tradicional. Antísienes. N. en Atenas, ca. el 436; m. ca. el 365. Discípulo de Gorgias (v. SOFISTAS GRIEGOS) quedó seducido posteriormente por la personalidad y la doctrina de Sócrates, llegando a ser una especie de «maniático» de Sócrates, por lo que se le llamó Sócrates mainómenos, «Sócrates demente». Enseñaba en un lugar denominado Kynosarges (la tumba del perro), por lo que a él y a sus seguidores se les llamó cínicos (del griego kynes, perros). Epistemológicamente, es defensor del nominalismo (v.), atribuyéndosele la frase: «Platón, veo el caballo, pero no la caballeidad»; también defiende el sensismo (v.). Siguiendo el ejemplo de Sócrates, su preocupación primordial es la ética. La eudaimonía (felicidad) se alcanza con la virtud. Ésta consiste en la autarquía, en el dominio de sí mismo. El principal obstáculo a superar son las pasiones, que inclinan al hombre al placer y las riquezas. El placer es insaciable; satisfecho uno, surge el deseo de otro nuevo; por ello hay que suprimir el deseo de placer. Contrapone la fysis al nómos, la naturaleza a la ley, o, lo que es igual, el estado de naturaleza a la civilización. Ésta ha creado en el hombre nuevas necesidades que nos llevan a nuevos deseos de satisfacerlas. Hay que volver al estado natural. De ahí la sobriedad que debe imperar en nuestra vida. Diógenes. N. en Sínope, a fines del s. V; murió ca. el 324. Llevó a la práctica, hasta un grado pintoresco, las doctrinas cínicas sobre el desprecio de los bienes materiales (Diógenes Laercio, V1,20-81). Hacía, vanagloriándose de ello, una vida casi animal, como contrapuesta a la vida social civilizada. Crates. De Tebas. Vivió entre los s. V-IV a. C. Discípulo de Diógenes. Se dice que arrojó sus riquezas al mar. No aportó nada nuevo al cinismo. 4. Escuela cirenaica. Fundada por Aristipo y continuada por Hegesias y Teodoro el Ateo, desvirtuó la ética socrática en un crudo hedonismo (v.). Representantes menos importantes son Evémero y Anníceris. Aristipo. De Cirene (Libia). N. ca. el 435; m. ca. el 360. Defendió el nominalismo y el sensismo, al igual que Antístenes, pero diferenciándose radicalmente de él por su ética. La felicidad para Aristipo consiste en el placer; a mayor placer, mayor felicidad. Y, como el placer más intenso es el sensible, éste es el que hay que perseguir. Dentro del placer sensible sólo interesa el placer presente (parón páthos), sin que tengamos que preocuparnos por el futuro, ya que éste es incierto. La frónesis, la prudencia, es la que guía en la búsqueda del placer, para saber elegir el más adecuado. Mas el hombre no debe ser dominado por el placer, sino dominarle (en lo que hay una cierta atemperación del hedonismo) (Diógenes Laercio, 11,65104). Hegesias. De Egipto. Vivió entre los s. IV-III a. C. Veía con pesimismo la posibilidad de alcanzar la felicidad, ya que ésta es el placer, y en la vida humana la cantidad del mismo es escasa. De ahí el que defendiera que sólo en la muerte se halla la felicidad, por lo que se le llamó el peisithánatos, el que aconseja la muerte. Teodoro. Llamado el Ateo, vivió en los s. IV-III a. C. Además del hedonismo, sostuvo la inexistencia de los dioses griegos.
IMAGEN DE LOS SOCRATICOS