martes, 28 de mayo de 2013

VALOR OBJETIVO Y SUBJETIVO:

La teoría marxista del valor contempla tres aspectos: una interpretaciòn de la explotaciòn, una ley de formaciòn de los precios y una concepciòn sobre el funcionamiento y la crisis del capitalismo. Al integrar estos componentes, la teoría ofrece una explicaciòn de cómo se reproduce el sistema econòmico-social vigente y cuales son los desequilibrios intrínsecos que dificultan su perdurabilidad.
Debido a esta significaciòn la teoría fue tradicionalmente muy cuestionada por las concepciones ortodoxas y heterodoxas, que propusieron caracterizaciones alternativas del valor para explicar las relaciones entre el salario y el beneficio, el origen y comportamiento de los precios y la dinámica general de la acumulaciòn. Las cuatro principales objeciones a la teoría marxista fueron planteadas por las corrientes austrìaca y walrasiana de la ortodoxia y por los autores neokeynesianos y neoricadianos de la heterodoxia.
Dentro del marxismo predomina un generalizado reconocimiento de la importancia del valor. Pero se ha polemizado intensamente en la definciòn de las conexiones lógicas y empíricas existentes entre los valores y los precios y en la caracterizaciòn de la relevancia polìtica del valor. Revisar los ejes de la teoría y debatir sus críticas y su defensa permite comprender porqué esta concepciòn comienza a recobrar actualidad y puede llegar a inspirar una renovaciòn del pensamiento econòmico
teoria del valor subjetiva
A diferencia de la corriente objetiva, el valor de un bien depende no del trabajo objetivado en él sino de la utilidad que brinda, con lo que el valor de uso cobra preeminencia sobre el valor de cambio; éste último es una expresión cuantitativa del cambio de valores de uso, a través de las respectivas utilidades marginales de los bienes intercambiados. De aquí se deduce que el valor de uso es la utilidad, que es una relación de alguna cualidad de algún bien para satisfacer una necesidad. La medida del valor está dada por la preferencia del consumidor hacia ese bien determinado, mientras que la demanda de un bien en el mercado se convierte en la concreción de las preferencias del consumidor desde el punto de vista de la utilidad marginal que encuentra en el bien en cuestión. Los precios desplazan al valor como categoría de análisis al estudiar las preferencias del consumidor por un bien, preferencias reveladas a través del conteo empírico del método positivista, lo que hace que la utilidad sea ahora considerada como una categoría que no es necesaria al análisis de los fenómenos económicos, cuando se los trata como fuerzas que tienden al equilibrio: la “preferencia revelada”, objetivamente observada en el mercado, ha hecho que el valor y la utilidad, por igual, fueran anuladas del escenario económico neoclásico. El concepto “valor” ha pasado a ser una entidad “metafísica”.

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